En la anterior salida hicimos un breve repaso de lo que dejó un 2024 maravilloso, y para el recuerdo en términos de rendimientos. En esta oportunidad, y de acuerdo a lo prometido, intentaremos hacer un breve análisis de qué podemos esperar para el nuevo año que comienza.
En primer lugar vamos a analizar los activos argentinos, y dejaremos los internacionales para la próxima salida.
Desafíos Argentina 2025
Sin dudas para muchos, las elecciones legislativas de medio término serán uno de los temas de mayor importancia para los inversores. Serán seguidas de muy cerca por dos razones: primero para evaluar la sostenibilidad y compromiso en el tiempo de las reformas encaradas y necesarias. Y segundo, para entender el margen de maniobra para avanzar en reforma estructurales.
Por el lado de la macro, y retomando lo anterior, el mercado querrá conocer si el rebote de la actividad económica de fines del 2024 se sostendrá y acelerará. Y es ahí donde entran en juego la necesidad de las reformas estructurales, para que el crecimiento se convierta en desarrollo: reforma tributaria, reforma laboral e inversiones en infraestructura serán temas a seguir de cerca.
Por otro lado, el superávit fiscal y los avances en política monetaria deberán sostenerse en el 2025, junto a esto la desaceleración en la inflación. Pero deberá agregarse una política cambiaria certera y sostenible, siendo este quizás uno de los puntos más flojos en la actualidad. De la mano de lo anterior, sin dudas la salida del cepo será otro gran ítem para seguir. Recordemos que Argentina no puede soñar con ser considerada Mercado Emergente o gran receptora de inversiones internacionales, sin libre movilidad de capitales.
Hablemos de inversiones
La primer gran pregunta que recibimos de los inversores es la de siempre: ¿Cómo resolver el mix pesos / dólares?. La primer definición es que una Argentina más normal y estable, como la que estamos empezando a ver, ofrecerá menos desarbitrajes. Y por ende menos oportunidades de aprovechar retornos distorsionados. Bienvenido sea.
Por eso es que vemos una Argentina donde los bonos con ajuste por inflación rinden CER (inflación) + 9%, donde los bonos soberanos en dólares rinden 10%, y donde la tasa en pesos a un año coquetea con el 30% anual. Esto último con una tasa de depreciación esperada del dólar libre en torno al 20%, nos lleva a concluir que el famoso Carry Trade promete también retornos de aproximadamente un 10%. Como vemos todo parece alinearse.
Quienes nos siguen, saben que siempre debemos analizar la balanza riesgo / potencial retorno. Y a diferencia del 2024, en el 2025 el premio esperado por estar totalmente en pesos parece no compensar con creces el histórico riesgo de esta moneda. Donde sabemos que siempre que las cosas salen mal, la variable de ajuste es el dólar.
Por ello es que a la primera gran pregunta. Creemos que es recomendable armar carteras de inversión equilibradas en el 2025, al no haber grandes recompensas por irse sesgados al peso.
Los soberanos en dólares siguen siendo la estrella
Esto no debe sorprendernos. El gobierno actual tiene un súper poder y es el superávit fiscal. Y parece que lo defenderá a capa y espada. Esto da sustentabilidad a la deuda en dólares. Y vemos un círculo virtuoso entre el precio de los bonos, el riesgo país y esa sustentabilidad. Y aún hay recorrido para transitar.
El reciente repo que tomó el gobierno fue por un monto poco relevante, pero con una intención clara. Mostrar que los soberanos siguen estando baratos, y que hay margen para seguir comprimiendo.
¿En dónde vemos valor? en los vencimientos más largos para inversores arriesgados, y en los muy cortos, como los Bopreales, para aquellos más conservadores.
¿Por qué? Porque el tramo medio como los AL30 ya no ofrece ni las mejores tasas internas de retorno, ni interesantes perspectivas de suba ante mayor baja del riesgo país.
Si buscás ganancias de capital por baja de riesgo país los más interesantes parecen ser el GD35, GD38 y GD41.
Por otro lado, en el tramo corto, los Bopreales tienen grandes virtudes para hacer tasa contra los soberanos (son emitidos por el BCRA, vencen en este gobierno, es una emisión pequeña, y algunos se pueden usar para pagarle impuestos a ARCA), y hoy ofrecen tasas internas de retorno similares.
¿Y los bonos en pesos?
Ya anticipamos que todo luce más ajustado. Al margen de eso, de cumplirse las expectativas de una inflación que continua a la baja, al igual que las tasas de interés, vemos que aún hay valor en Lecaps y Boncaps medios y largos. Logrando de esta forma asegurarnos tasas interesantes por más tiempo.
En el caso de los bonos que ajustan por CER (inflación), creemos que deben formar parte de toda cartera de tasa en pesos. Esto porque el spread sobre inflación del tramo medio y largo (alrededor de 9%), tiene potencial para seguir comprimiendo de la mano de los mismos fenómenos mencionados anteriormente.
¿Y en acciones cómo andamos?
Como ya hemos comentado, el rally por cambio de expectativas y por estar regalados ya pasó. Ahora las subas deben venir por crecimiento de la economía y por mejora de la rentabilidad de las empresas. Por eso indefectiblemente hay que ser más selectivos y analíticos.
Sin dudas el sector preferido será el de energía, ya que apunta a tranformarse en el gran receptor de inversiones y en el principal generador de dólares. Los nombres favoritos aquí parecen ser: YPF, Pampa, y Central Puerto.
En segundo lugar, pese a que los bancos no han quedado para nada baratos luego de ser los que más subieron en el 2024, siguen teniendo un potencial de crecimiento muy grande. Argentina arranca con una penetración bancaria y del crédito ínfima. En esta materia, todo parece indicar que Grupo Financiero Galicia es el mejor posicionado para aprovechar el nuevo contexto.
En tercer lugar, y como ya resaltamos, 2025 debe ser un año de crecimiento. Y un año donde la economía real debe traccionar. A modo de ejemplo, la construcción fue uno de los grandes castigados por la, prácticamente, desaparición de la obra pública. Obviamente, en un año de fuerte ajuste tampoco la obra privada ayudó.
En este nuevo año: la necesidad de obras de infraestructura debería generar algo de repunte de obra pública, como algunos intentos de privatizaciones, y sistemas mixtos. Sumado a esto, el RIGI será movilizador de obras, como también el crédito hipotecario y el blanqueo.
En ese contexto destacamos a jugadores del cemento como Loma Negra, y desarrolladores como Consultatio. También en el mix de real estate y mejora en el consumo podemos mencionar a IRSA.
Por último, por el lado de los servicios públicos, al margen que el gran shock de recomposición de tarifas ya lo vimos, aún vemos margen para que sigan mejorando sus números. Destacamos a Edenor y a Transportadora de Gas del Sur.
La próxima semana seguiremos frotando la bola de cristal para escribir sobre lo que esperamos para los mercados y activos internacionales, en un año que promete ser muy complejo.
Algunos anuncios para cerrar:
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¡Nos vemos la próxima semana!