Sin dudas, la estrategia de inversión pasiva (copiar un índice sin intentar superarlo en rendimiento) por excelencia para la gran mayoría de los inversores es tan simple como comprarse un ETF (un fondo que cotiza como una acción) del S&P 500, o suscribir un fondo de inversión que replique el comportamiento de este índice. Y tiene todo el sentido del mundo: es una forma sencilla de comprarse las principales 500 empresas de una de las economías más pujantes, innovadoras, y productivas del mundo.
Y no sólo eso, sino que el índice se actualiza en forma trimestral por capitalización de mercado, garantizando principalmente dos cosas:
1- Que siempre tendrá las mejores empresas, que mejor les está yendo. Ya que salen del índice las que se caen del ranking de 500, para darle lugar y que ingresen nuevas referentes.
2- Que ponderará en mayor proporción las empresas y los sectores más pujantes. Es decir que se le da más importancia proporcionalmente a las empresas que mejor les está yendo, y menor peso al resto.
Un ejemplo del primer punto es que en 1980 el 25% del índice estaba compuesto por empresas petroleras, mientras que hoy las tecnológicas dominan por excelencia el índice. Reflejando una realidad indiscutible de cómo ha ido cambiando el mundo.
En cuánto al segundo hay veces que el índice tiende a estar equilibrado entre acciones y sectores, sin que ninguno sobrepase demasiado. Y en otros momentos el índice puede tener a concentrarse en exceso, con pocas empresas y sectores dominando a niveles extremos. Y es sobre este punto donde vamos a concentrarnos.
En la actualidad las famosas Magníficas 7 han logrado dominar a niveles pocas veces vistas. Apple (AAPL), Nvidia (NVDA), Microsoft (MSFT), Alphabet (GOOGL), Amazon (AMZN), Meta (META) y Tesla (TSLA).
Podemos ver que sólo 7 de empresas, de un total de 500, representan el 33%, un tercio, del total del índice. Y no sólo eso, sino que si consideramos al sector tecnología sumando otras empresas relacionadas o similares, llegaremos a casi un 44%. Aproximadamente la mitad del índice concentrada en un solo sector.
Obviamente a esta situación se ha llegado por diversas razones, y están más que justificadas. Pero como inversores tenemos que preguntarnos qué riesgos implica esto, como también qué oportunidades.
A nivel riesgo es muy sencillo verlo: típicamente el que compraba el S&P 500 lo hacía buscando diversificación. Estaba comprando 500 empresas de una sola vez, y diversos sectores. Pero la realidad es que hoy está comprando concentración, en empresas y en sectores.
A nivel oportunidades tenemos que analizar valuaciones y perspectivas. En términos de valuaciones ya hemos repetido muchas veces que las empresas de EEUU, pero en especial las de tecnología, cotizan a ratios extremos. A ratios tan elevados que no se veían desde la burbuja de las punto com, que como ya sabemos no tuvo un final feliz.
A nivel perspectivas la respuesta es mucho más compleja. Es casi imposible saber si la historia se repetirá, o si esta vez los paradigmas de las inversiones cambiarán para siempre.
Pero tranquilos, que como inversores puede haber una solución. Existe un índice similar al S&P 500, pero que se llama S&P 500 Equal Weight. Esto significa S&P 500 de igual ponderación. Lo que lo diferencia del S&P 500 tradicional, que es un índice de ponderación de mercado.
Es decir en el índice tradicional las acciones ponderan o se les asigna un peso por su capitalización de mercado. En el Equal Weight, ponderan las 500 de la misma forma, con la misma ponderación.
S&P 500 (rojo) y S&P 500 Equal Weight (azul)
Como podemos ver en los últimos años, el índice tradicional viene performando mucho mejor que el índice Equal Weight. Es más, esta relación podemos incluso verla a través de un ratio entre el Equal Weight y el tradicional, en un período de tiempo mucho más largo como desde 1973:
Este nuevo gráfico nos permite ver varias cosas interesantes:
- En el larguísimo plazo este ratio tiene tendencia positiva, es decir que el Equal Weight tiende a dar mejores resultados que el tradicional.
- Los periodos alcistas tienden a durar aproximadamente 15 años, y los bajistas aproximadamente la mitad.
- Actualmente y desde el 2015 el índice tradicional viene superando al Equal Weight.
- Si observamos la tendencia histórica y el promedio, estamos en niveles extremos.
Como advertimos hace unos párrafos, es imposible saber si la historia se repetirá o si estamos ante un cambio de paradigma. Pero no podemos evitar observar que hay claras luces amarillas alrededor alrededor del S&P 500 tradicional.
Tampoco podemos evitar observar que estamos iniciando un cambio de mandato presidencial, con un Trump que promete generar un cambio de época en EEUU. Y que promete devolver el brillo a otros sectores de la economía.
Pero creo que lo más interesante que nos tenemos que llevar como inversores, es que no hace falta salir a reventar la vieja estrategia de tener las principales 500 empresas de EEUU. Sino quizás sólo ajustarla para cambiar sus ponderadores, apuntando a un ETF que replique el índice S&P 500 Equal Weight.
Algunos anuncios para cerrar:
- No olviden hacer su propio análisis de riesgo.
- Nada de lo expuesto es recomendación de compra, ni de venta.
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¡Nos vemos la próxima semana!